No es tu culpa si yo me consumo. Si me prostituyo con el afán de sentir dolor.
Dolor, y por lo menos siento algo. Porque si no sentía dolor miestras yacía en los brazos de un desconocido y pensaba en vos (qué cosa tan terrible), no iba a parar de pensar en el dolor que imaginarte pensando en otra me provocaba.
Dolor por dolor, clavo por clavo. Y acá vengo yo y no escondo lo suficiente las huellas de mi suicidio. Y ahí estás vos, que sin querer hacés mal algunas veces, y sin querer enamorás. Nunca sos consciente de tus actos y qué lástima que no hayas podido ver detrás de lo que hice,
que no hayas podido ver detrás mío del todo. Viste más que muchos, pero no lo suficiente. Si hubieses visto lo suficiente en vez del "forra, hija de puta, forra, por qué me diecís" me hubieses abrazado. Me hubieses dicho: "no tenés que hacerlo más, yo te voy a lamer las heridas".
Suena ilógico, pero ¿Cuándo la lógica ayudó al amor a comprender a la gente?
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