miércoles, 10 de julio de 2013

Adorado

 La Ruta la siguen todos. Es un camino largo sin final, pero obligatorio. Si querés comer la manzana, tenés que hacer La Ruta. Si querés ser abogado, tenés que hacer La Ruta. Si querés nadar en el Caribe, y así.
 La Ruta no es tema de discusión. Muchos pueden llenarse la boca de estupideces sobre La Ruta, pero la posta, posta, la tiene solamentente La Ruta. Y los cuatro mochileros, claro, pero ese es otro tema.
 Por supuesto no hay rosas en la ruta. Está lleno de guijarros, pero puede que luego de un tiempo, hasta te terminen gustando.
 Al redededor de La Ruta vos vas cavando tus tumbas. Acá morí a los cinco, acá a los diez, acá a los quince, y así.
 Al principio es un camino recto a la desesperación, pero luego se convierte en una hidra, con millones de cuellos doblados de forma desquiciada y azarosa. Podés elegir el que menos te disguste.
 Suelen haber varias paradas. Y si no, podés inventarlas. A tu riesgo, por que es probable que quedes en alguna de la que luego no puedas/quieras salir.

 Ahora bien, La Ruta no tiene fin. Pero tu vida sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario